Dark Sanctuary – L’être Las – L’envers Du Miroir (2002)

por Xabier Cortés

Encontrar la belleza en la oscuridad más absoluta, notar el dulce abrazo de la melancolía rodeándonos con sus frágiles pero implacables brazos. Dirigir nuestra mirada hacia el infinito dejando que se pierda en él alejándonos de lo material para dejarnos llevar al terreno inhóspito e inexplorado de lo onírico e imaginario. Un viaje -repleto de incertidumbres, como no- hacia lo desconocido. Todos nuestros sentidos nublados por el sonido -lejano, lánguido y apenas perceptible- de una melodía que se torna inevitable según van avanzando nuestros pasos sobre una superficie frágil pero extrañamente familiar que no sabemos identificar. ¿Debemos continuar? Dudamos. ¿Es el camino seguro? No hayamos respuesta. ¿Deberíamos dar media vuelta, volver sobre nuestros pasos y olvidarnos de todo esto? No. La música aumenta su intensidad, estamos rodeados, las huellas que nos servían de guía se pierden en la tenue niebla que invade, rodea y toma control de nuestros pies. Ya no hay escapatoria, nos encontramos perdidos en un bosque de sonidos lúgubres -aunque dulces al mismo tiempo- y olores irreconocibles, pero ningún sentimiento de pánico se ha adueñado de nosotros. No hay sufrimiento, no hay dolor, todo lo que sentimos es una profunda calma. Una calma que nos resulta extraña -por desconocida-, la oscuridad haciéndose fuerte a nuestro alrededor y la música -ESA música- una vez más tomando el control. Sólo hay un culpable, sólo hay una mano detrás de este plan maestro: Dark Sanctuary.

El viaje que nos regalan los franceses en este L’être Las – L’envers Du Miroir nos muestra la belleza que se esconde en la oscuridad más aterradora, lo sublime y delicado de un inhóspito palacio encantado, el fuerte magnetismo de una dulce melancolía. En una sociedad en la que todo aquello que nos remita a lo oscuro es rechazado por perjudicial y negativo para el correcto crecimiento interno como persona, Arkdae -el fundador y alma de este proyecto- reivindica la divinidad arrebatada de la melancolía en los catorce cortes que completan esta oda a la oscuridad y la belleza. La voz de Dame Pandora se destapa como una guía perfecta en este descenso -o ascenso, según se mire- a ese incierto paraíso etéreo y lúgubre que construyen sobre unos rotundos cimientos neoclásicos à la Arcana o All My Faith Lost…  acompañados de gaitas, violines y un excelente trabajo en la guitarra acústica -de la mano del propio Arkdae– que acerca, levemente, el sonido de Dark Sanctuary a un folk etéreo y directo con inevitables referencias a Dead Can Dance. L’être Las – L’envers Du Miroir no es un disco complejo, las pistas que nos van dejando a lo largo del mismo son claras en su concepción. Lo que resulta complejo de este álbum -y una de las razones por las que es absolutamente imprescindible- es el acertar a interpretar correctamente estas pistas para llegar a ese lugar común en el que abrazar la delicadeza de la melancolía y la gloria de lo macabro.

En esta época en la que lo gótico ha ido perdiendo su esencia por culpa de la invasión de una pléyade de personajes más preocupados por la estética que por la música y por oportunistas que han visto en este movimiento una ocasión de oro para aprovecharse de ello y terminar convirtiéndolo en una parodia para adolescentes, Dark Sanctuary se reivindican -a sí mismos y a todo el movimiento- como portadores de esa esencia que creíamos perdida en las estanterías de una gran superficie.

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