El Control y La Máquina como obsesión. Descifrar el lenguaje de La Máquina para hacerlo nuestro, humanizarlo para poder comprenderlo y controlarlo. Si La Máquina es una creación del Ser Humano, nosotros no somos capaces de asimilar la idea de su propia autonomía, nos negamos a aceptar su carácter único, misterioso, fascinante e incomprensible. Toda esta incertidumbre genera ansiedad y miedo pero a la vez sirve de estímulo para seguir profundizando es sus recovecos mecánicos con la esperanza de encontrar una nueva piedra Rossetta que nos ayude a descodificar la compleja Máquina para ajustarla a nuestros parámetros Humanos. Un estímulo éste que se materializa en forma de sonidos y composiciones que se sitúan en un plano paralelo al de La Máquina con el único fin de activar algún mecanismo en ésta última que nos guíe a alguna suerte de Revelación final. ·Y· hacen suyos guiños y desarrollos de esa Gran Máquina y los convierten en un lenguaje propio en The Dance Of The Illusion, su más reciente EP tras el rotundo e imprescindible larga duración Horizonte de Sucesos.
El ambiente denso y altivo de las composiciones de este nuevo EP se debe entender no sólo como un guiño a La Máquina y, por qué no, a lo analógico; existe otro elemento al que inequívocamente hace referencia el dúo catalán en esta danza: La Urbe, ese lugar en el que el individualismo parece perderse entre el acero, el vidrio y el hormigón. Lo brillante de Ypsilon, sin embargo, es tratar esta metrópolis-jaula como un elemento más de ese individualismo, es decir, existe un lugar en esta marabunta de impersonalidades, centros comerciales y cadenas de comida rápida para expresarte como individuo aunque, eso sí, el acto propio de salir del camino -autosuficiencia e independencia, llámenlo como ustedes quieran- nos aleje de esa viscosa pertenencia a un todo, sin que esto resulte, a priori, negativo. Sacrificio por autorealización. Rebeldía utilizando las herramientas propias de aquello contra la que se lucha, una lucha desigual y laibachiana —por aquello de sus elementos proto industriales— hay que decirlo. Ypsilon son insta a despertar de nuestra ilusión huxleyana: camufla esta manifestación anarquista utilizando elementos propios de la ola oscura de los ochenta, sintetizadores creando ondas sinuosidades y bucles infinitos mientras una imperturbable caja nos marca un ritmo machacón y consistente al unísono de su discurso, en inglés, con un rimo entre lo hipnótico y lo monótono. Composiciones oscuras, con el reconocible sabor post punk desde un acercamiento electrónico añejo. Crítico, solemne, oscuro, aterrador pero luminoso a la vez, este adelanto, esta nueva colección de composiciones de ·Y· sigue construyendo una compleja estructura asentada en unos cada vez más consolidados cimientos para convertirse en la vanguardia de esta revitalización dark wave que parece sufrir —para bien— el underground.
The Dance Of The Illusion cumple dos grandes objetivos: el primero, nos sitúa en el mismo plano que La Máquina y nos sirve de intérprete de ésta ayudándonos y sirviéndonos de guía para comprender la compleja circuitería que la conforma. Y segundo, nos invita a despertarnos de nuestra ilusión. En nuestra mano estará hacerlo.
Studio Suicide 
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