En un mundo en perpetua aceleración obsesionado por su propio pasado ante la incapacidad inherente para dirigirse hacia forma alguna de futuro —lo cual lleva que su aceleración constante sea sobre quietud: no avanzamos, sólo quemamos nuestros neumáticos— el pretender que pueda existir un arte que no sea representación de ese colapso perpetuo es una utopía. Ahora bien, la mayor parte de la música que se produce en este contexto, lejos de ser arte, se constata como mera archivística a imitación de los ídolos del pasado en un intento fatuo de conseguir un éxito acelerado igual de inmovilístico que el mundo; el músico que aspire a ser artista en el presente debe escapar de la fuerza inercial que a todos arrastra hacia la mediocridad de la imitación constante del pasado inmediato: no hay que escapar del mundo dirigiéndose a la calidez del pasado, sino construir una nueva forma de éste avanzando hacia el futuro.
Es en este sentido donde podemos comprender por qué Controlling Crowds de Archive es tanto un retrato fidedigno del presente como una joya bien pulida de la música contemporánea: nos habla de una cierta verdad a través de los mecanismos que le son propios ya no a su presente, sino a la inmediatez futura de su devenir presente. Ya desde el título de su séptimo trabajo de estudio dejan clara su intencionalidad de retratar un mundo distópico, que no deja de ser el nuestro, a través de una música que se ha transformado en un proceso de combate constante; la circularidad melódica de guitarras y sintetizadores se arrancan hacia los caminos de una épica constantemente contenida en una melancólica agresión directa: aquí la sangre llueve desde nuestras mejillas explotando por los ataques de explosiva violencia sónica. Que ocurre siempre fuera de plano. Y es que, precisamente en su ausencia, en su calma apologética casi absoluta, es donde Archive consiguen convertir su propuesta en algo cargado de un poder tan evocativo que sólo lo hace en tanto es insinuado a través del retrato de sus márgenes. Contención, la palabra exacta para definir Controlling Crowds.
Ahora bien, con contención no cabría entender lo que se hace generalmente en el trip-hop, esa insípida papilla de pseudo-drum&bass formulaico con el cual dormir en noches lluviosas que encontró su piedra roseta en Massive Attack, sino algo más elaboradamente complejo. Cuanto hacen en este trabajo Archive se circunscribe más bien en un proceso de asalto a las bases de todo género, buscando la violación de cualquier clasificación per sé que podamos pretender hacer; no es trip-hop, no es progressive rock, no es post-rock: no es nada que conozcamos, porque es Archive. Y nada más. Como cualquier gran artista lo que hacen en Controlling Crowds, de un modo ejemplar, es ejercitar tanto una reflexión del presente que es discernible a través de la cartografía que realiza su lenguaje musical mientras, a su vez, lo afirman con un lenguaje que es absolutamente personal, aunque no necesariamente nuevo.
Es en ese sentido, en lo que tiene de asalto al mundo, en donde se caracteriza como una auténtica obra de arte: Controlling Crowds es la forma más elaborada que ha adquirido la música hasta el momento para retratar nuestro tiempo. Y esa forma, por suerte o por desgracia, es puro cyberpunk.
Studio Suicide 
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